¿Qué son las firmas genéticas?
La firma genética es un examen realizado en el tejido tumoral, que indica el beneficio de cada paciente para el tratamiento de quimioterapia y la posibilidad de recurrencia de la enfermedad, cuando se encuentra en las primeras etapas. Su objetivo es ayudar a los médicos a seleccionar el mejor tratamiento para los tumores de mama invasivos, de forma totalmente individualizada, para su paciente.
La terapia hormonal es el tratamiento estándar para el cáncer de mama con receptores hormonales positivos, pero no siempre está claro cuándo combinar la quimioterapia. Estas pruebas pueden ayudar a guiar esa decisión. Los estudios demuestran que los resultados de estas pruebas colaboran para la toma de decisiones sobre tratamientos posquirúrgicos, especialmente la indicación de quimioterapia (adyuvante). Pero es necesario aclarar que estas firmas no reemplazan la valoración del equipo médico. Esta es una posibilidad más para planificar el tratamiento de cada caso de cáncer de mama.
Están indicados en tumores HER-2 negativos para receptores hormonales positivos con ganglios linfáticos comprometidos o no comprometidos. Son herramientas de decisión importantes para evaluar el beneficio de la quimioterapia adyuvante. Actualmente, estas pruebas se están analizando en grandes ensayos clínicos para comprender cuándo es el mejor momento para usarlas.
Vea a continuación las firmas genéticas más utilizadas:
Oncotype DX se utiliza para estimar el riesgo de enfermedad recurrente. Normalmente, debe solicitarse cuando la enfermedad se encuentra en una etapa temprana, con receptor hormonal positivo y HER2 negativo, para evaluar la necesidad de quimioterapia. La prueba evalúa 21 genes para determinar el comportamiento del cáncer de mama y luego calcula un número de puntuación de recurrencia entre 0 y 100. Cuanto más alta es la puntuación, mayor es el riesgo de recurrencia del cáncer de mama invasivo. El riesgo de recaída se divide en bajo, intermedio o alto. El ensayo aleatorizado de Taylor X evaluó esta prueba y el resultado mostró que a los pacientes con bajo riesgo genómico les va muy bien sin quimioterapia.
Mammaprint analiza 70 genes para comprender el comportamiento de la enfermedad y calcular el riesgo de recurrencia como alto o bajo. Puede utilizarse en pacientes con alto riesgo clínico, es decir, que tendrían una alta posibilidad de someterse a quimioterapia para valorar la recidiva a distancia (metástasis). Esto se debe a que si el riesgo es bajo, la quimioterapia no sería beneficiosa.
El índice de cáncer de mama es la prueba que analiza el comportamiento de siete genes para predecir el riesgo de recaída del cáncer de mama con hormonas positivas y HER2 negativas después de cinco años. También puede ayudar a decidir si la terapia hormonal o la terapia hormonal deben extenderse por otros cinco años, lo que hace un total de 10 años.
Endopredict se utiliza para predecir el riesgo de recurrencia a distancia del cáncer de mama con hormonas positivas y HER2 negativas. EndoPredict analiza 12 genes para evaluar el comportamiento del tumor y luego lo combina con el riesgo clínico de cáncer (tamaño del cáncer y estado de los ganglios linfáticos axilares) para calcular una puntuación que clasifica el cáncer como de alto o bajo riesgo de recurrencia a distancia (metástasis).
Prosigna analiza el comportamiento de 58 genes y calcula la puntuación de riesgo de recurrencia (bajo, intermedio o alto). Algunos estudios sugieren que Prosigna puede eventualmente usarse para tomar decisiones de tratamiento, basadas en el riesgo de recurrencia a distancia, dentro de los 10 años posteriores al diagnóstico inicial, en el cáncer de mama HER2 negativo para hormonas positivas.
El FoundationOne® CDx presenta el resultado del análisis de 324 genes relevantes para el cáncer, incluidos los biomarcadores recomendados por las guías médicas para el uso de terapias diana, además de la evaluación de la carga mutacional tumoral (TMB) y la inestabilidad de microsatélites (MSI), parámetros que ayudan a la oncólogo en la decisión sobre el uso de inmunoterapias. Además, el informe aporta información sobre la fracción tumoral, una indicación de la probabilidad de detectar alteraciones genómicas en la muestra de biopsia líquida, así como estudios clínicos relevantes según el perfil molecular del paciente.
La farmacogenómica estudia cómo los genes heredados afectan la forma en que el cuerpo humano procesa y responde a los fármacos, lo que hace que estos fármacos sean más o menos eficaces y más o menos tóxicos. Un medicamento puede actuar de manera diferente en dos pacientes, incluso si se administró para la misma afección. Por ejemplo, algunos pacientes pueden experimentar efectos secundarios significativos con un medicamento en particular, mientras que otros pueden no, incluso cuando reciben dosis comparables del medicamento.
La farmacogenómica ofrece importantes beneficios, como:
Mejorar la seguridad del paciente: las reacciones graves a los medicamentos provocan numerosas hospitalizaciones al año. La farmacogenómica puede prevenirlos identificando a los pacientes en riesgo.
Mejore los costos y la eficiencia de la atención médica: la farmacogenómica puede ayudarlo a encontrar los medicamentos y las dosis correctos más rápido.
¿Cómo se trata el cáncer de mama localmente avanzado?
El cáncer de mama localmente avanzado (LAMC) se puede definir de dos formas: la primera es si el tamaño del tumor no es grande; sin embargo, el cáncer se ha diseminado a los ganglios linfáticos axilares o los ganglios linfáticos cercanos al esternón y la piel. La segunda es si el tumor es grande y hay poca diseminación a los ganglios linfáticos. La CMLA se trata mejor con terapia sistémica y locorregional.
La quimioterapia neoadyuvante es la realización de un tratamiento sistémico antes del tratamiento locorregional: cirugía y radioterapia. Las ventajas de la quimioterapia neoadyuvante son: la posibilidad de convertir tumores inoperables en operables; reducción tumoral y consecuente reducción de la radicalidad de la cirugía inicial, convirtiendo las mastectomías en cirugías conservadoras; posible control de micrometástasis; información predictiva y pronóstica, cuando el tumor presenta una respuesta patológica completa; posible inhibición del crecimiento posquirúrgico, como se identifica en algunos modelos animales; además de ser la única posibilidad de evaluar la respuesta in vivo al tratamiento sistémico en pacientes.
La mayoría de los pacientes con cáncer de mama localmente avanzado y algunos con enfermedad en estadio temprano, en particular si el HER2 + o el tumor triple negativo se tratan con terapia neoadyuvante sistémica.
● Para pacientes con cáncer de mama HER2 positivo, se debe agregar un agente dirigido a HER2 (por ejemplo, trastuzumab con o sin pertuzumab) al régimen de quimioterapia.
● Para pacientes con enfermedad HER2 negativa y receptores hormonales negativos (tumor triple negativo), la terapia neoadyuvante consiste en poliquimioterapia únicamente.
● Para la mayoría de los pacientes con enfermedad con receptores hormonales positivos, recomendamos la quimioterapia en el entorno neoadyuvante en lugar de la terapia endocrina neoadyuvante. La quimioterapia se asocia con tasas de respuesta más altas en un período más corto. Para pacientes seleccionados con enfermedad hormonal positiva, la terapia endocrina neoadyuvante puede ser una opción apropiada si existen comorbilidades graves u otros factores (p. Ej., Preferencia del paciente) que requieran esta estrategia.
¿Cómo evaluar la respuesta tumoral a la terapia neoadyuvante?
La respuesta patológica completa (PCR), es decir, el análisis anatomopatológico del tumor en la pieza quirúrgica, se considera el mejor criterio para la evaluación a largo plazo del beneficio clínico, ya que los pacientes que recibieron RCP tuvieron mayor supervivencia global y libre de enfermedad, con mayor valor pronóstico en subtipos tumorales agresivos (triple negativo y HER2).
La evaluación de la respuesta a la quimioterapia neoadyuvante (NTQ) generalmente se realiza mediante una combinación de examen clínico y técnicas de imagen. Se ha demostrado que la resonancia magnética (MRI) es la modalidad de imagen más sensible para seguir la respuesta de un paciente a QTN. La captación de contraste en la resonancia magnética (resonancia magnética) con evaluación dinámica utilizando el contraste puede detectar angiogénesis tumoral, cambios asociados en la microcirculación tumoral e incluso una mayor permeabilidad de los vasos recién formados. Por lo tanto, proporciona una idea de la fisiopatología de la respuesta tumoral al QTN, lo que permite una evaluación más temprana y precisa de la respuesta al QTN que la única evaluación anatómica realizada en mamografía y ecografía.
Los pacientes, durante el tratamiento neoadyuvante, deben ser evaluados periódicamente para verificar la respuesta terapéutica y asegurar la no progresión de la enfermedad. No existe un protocolo estándar para este seguimiento, pero existen algunas recomendaciones para este escenario: - Realizar un examen clínico cada 2 a 4 semanas, evaluando senos y axilas antes de cada ciclo. - Para pacientes en terapia hormonal, esta evaluación se puede realizar cada 4 a 8 semanas considerando que la respuesta es más lenta.
Se pueden realizar exámenes por imágenes cuando se sospecha progresión. En ese caso, RM puede agregar algún beneficio al gobierno de Estados Unidos. Es obligatorio realizar una resonancia magnética antes del tratamiento y otra al final.
Aunque es una prueba excelente, el RM no es perfecto. Las discrepancias entre los hallazgos de la resonancia magnética y la patología quirúrgica están bien documentadas. La sobreestimación de la enfermedad residual puede resultar en una cirugía mayor de la realmente necesaria (cirugía conservadora más grande, márgenes más amplios y mastectomía) y la subestimación puede resultar en una cirugía insuficiente, lo que resulta en márgenes positivos y re-escisiones. Por lo tanto, es importante comparar los hallazgos de la resonancia magnética, en particular las respuestas radiológicas completas (CRR), con la anatomopatología.
El criterio más adecuado para valorar la respuesta al tratamiento es la valoración patológica de la pieza quirúrgica. La respuesta patológica se divide en:
clase 0 - Respuesta patológica completa - Ausencia de tumor residual o presencia de carcinoma in situ o micrometástasis axilar
clase I (enfermedad mínima residual);
clase II (enfermedad residual moderada);
clase III (enfermedad residual extensa).
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